jueves, 30 de octubre de 2025

EL BOMBARDEO SE HARÍA DURANTE LA GIRA DE TRUMP, PERO...

El presidente de los Estados Unidos anda de gira en Asia. Su ministro de Guerra, por otro lado, nada en el Caribe, husmeando contra Venezuela. Boconamente desde allá, Trump vocifera que bombardeará a los que entren en guerra contra su país. Y entonces, ¡pum!, por acá son capturados agentes de la CIA que buscaban montar un falso ataque de Venezuela contra los buques gringos estacionados en Trinidad y Tobago, a apenas unos cuantos km de distancia.
De tal modo, parece haberse roto la sincronización bélica entre el cabecilla y su brazo ejecutor en el Caribe. Es decir, no hay otra explicación: Venezuela frustró el autoataque gringo a sus embarcaciones, consiguientemente frustrando el bombardeo gringo contra las costas venezolanas. Ese era el ataque que se traían entre manos, la chispa que encendería la mecha, el ¡boom! que tanto bailó Trump cuando habló ante sus soldados en Japón.
Desafortunadamente para ellos, el camino les luce largo y tendido si es que confían en un cuerpo de inteligencia que, por más sofisticado que sea, está destinado a estrellarse contra la inteligencia natural, espontánea y popular del país bolivariano. No por otra razón, Venezuela se define como una verdadera democracia con arraigo comunal.
Tendrán, pues, que sudar un poco más. Es claro que, sobre la lógica de su descomunal presencia en el Caribe, agredirán a Venezuela, de un modo u otro; pero han de precisar otras estratagemas para disimular la vileza de sus acciones.
Día a día crece la presión en torno a ellos como potencia todopoderosa que explota lanchitas pescadoras. La humillación de un ridículo internacional ronda las aguas que surcan. ¿Es el Caribe o el Pacífico? ¿Es la cocaína o el fentanilo? ¿Es Colombia o Ecuador? ¿Es Colombia, México o Venezuela? ¿O son los ávidos consumidores de los Estados Unidos?
Contra Venezuela no habrá invasión (por ahora), pero se tiene previsto un bombardeo al estilo iraní. La lógica es sencilla: venderán una infraestructura petrolera como cobijo del narcotráfico y la volarán. ¿Zulia, Anzoátegui? Allí donde reverdezcan los intereses rusos o chinos. Si no hay petróleo para Hollywood, tampoco lo habrá para la competencia.
 

martes, 28 de octubre de 2025

¿Invasión o ataque puntual? Fisonomía de la agresión gringa

Se dijo en un razonamiento anterior que no habría alta probabilidad de agresión contra Venezuela mientras Estados Unidos no sumara una fuerza aérea a su flota en el Caribe. Y bajo ese mismo tenor se dijo también que el presidente estadounidense escenificaba un espectáculo más, propio de su peculiar modo de ejercer la política. Asimismo, se concluyó que el presidente sembraba zozobra, provocaba, atacaría algún objetivo circense y luego se retiraría con la dignidad imperial de la misión cumplida.
Pero ya hay ese elemento presente cerca de las costas de Venezuela: el portaaviones USS Gerald Ford, con récord de ser el más grande del mundo. Se suma, además, la ampliación del conflicto hasta Colombia y el involucramiento de Trinidad y Tobago como plataforma de eventual ataque contra el país bolivariano.
De manera que parece obligado el razonamiento conclusivo de que los Estados Unidos, definitivamente, atacará militarmente a Venezuela o Colombia. Sin esa flota aérea, el ataque no lucía probable debido al carácter cobardón del gringo, acostumbrado a abrirse paso en sus guerras desde los aires, minimizando de tal forma las bajas del combate directo.
A los diez F-35 ubicados en Puerto Rico, Estados Unidos suma ahora una capacidad aérea de 75 naves, superando la de Venezuela, la cual totaliza 35, entre F-16 y Su-30. Con tal capacidad, además de los 8 buques de guerra y el submarino nuclear, el país del norte parece aprestarse para un inminente ataque.
Lo dice la estrategia: los gringos conocen todo el panorama interior de Colombia debido a sus bases militares; han hecho plaza a unos escasos 15 km de Venezuela utilizando a Trinidad y Tobago; han espiado a Venezuela desde aviones de reconocimiento; mantienen a la CIA trabajando en su interior, esperando nomás la indicación del lugar y el momento de ataques (una vialidad, una infraestructura).
Debe aclararse, sin embargo, que Estados Unidos no evidencia aún capacidad para invadir a Venezuela con sus escasas 10 mil tropas desplegadas. Su inevitable y necesaria misión para justificar el gasto del despliegue y acallar la crítica será un ataque hacia el interior de Venezuela, probablemente para arruinar infraestructuras petroleras.
 
 


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